¿Qué es la mastitis y cómo tratarla?
La mastitis es una inflamación del tejido mamario que puede causar sensibilidad y dolor. A menudo termina generando una infección. Una mastitis puede ser muy molesta, sobre todo si estás dando el pecho. Sin embargo, hay formas de tratarla y aliviar algunos síntomas. Sigue leyendo para descubrir qué causa la mastitis y cómo prevenirla o tratarla durante la lactancia.
¿Qué es la mastitis?
Por definición, la mastitis ocurre cuando una acumulación de leche bloquea un conducto, lo que provoca una inflamación del tejido mamario. Puede aparecer un bulto duro y el pecho está más sensible y dolorido. En el caso de las madres lactantes —aquellas que están amamantando a su bebé o extrayéndose leche materna—, esta afección se llama mastitis por lactancia.
¿Cómo se manifiesta la mastitis?
La mastitis generalmente provoca que los pechos estén enrojecidos, hinchados y doloridos. En algunos casos, pueden aparecer rayas rojas visibles en la piel y un bulto duro y sensible.
¿Qué sensaciones provoca la mastitis?
El área afectada puede estar caliente e hinchada al tacto. También puedes notar un bulto duro y sensible en un seno.
Diferencias entre el absceso mamario y la mastitis
Un absceso mamario y una mastitis pueden tener síntomas parecidos, pero no son lo mismo. La mastitis es una inflamación del tejido mamario, a menudo causada por una infección, problemas con la lactancia o conductos de leche obstruidos.
Un absceso mamario es una acumulación de pus localizada en el tejido mamario. Suele producirse por un caso de mastitis no tratado o grave. Los abscesos a menudo requieren drenaje y tratamiento con antibióticos.
Síntomas de la mastitis
Quizás te preguntes cómo saber si tienes mastitis y en qué se diferencia de la sensibilidad normal al comenzar a amamantar.Hemos hablado de algunos de los síntomas de la mastitis en la sección anterior, aquí hacemos una lista exhaustiva:
Síntomas similares a la gripe, como fiebre, fatiga y malestar
Un bulto duro y sensible en un seno
Manchas rojas en el seno
Hinchazón del seno
Seno caliente al tacto
Sensación de quemazón al amamantar
¿Qué provoca la mastitis?
Aquí te contamos algunas causas y factores de riesgo de la mastitis que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar una infección:
Conductos obstruidos. Es la causa más común de la mastitis. Cuando un conducto queda obstruido, aparece un bulto duro y sensible. Esto suele pasar cuando no se vacían bien los pechos al amamantar. Si la obstrucción no se soluciona, puede aparecer una infección.
Exceso de producción de leche materna. Si produces más leche de la que tu bebé necesita, aumentará la presión sobre los conductos y pueden estrecharse. Esta situación puede provocar una ingurgitación mamaria y derivar en una infección por mastitis.
Técnica incorrecta de amamantamiento. Si no usas diferentes posiciones para amamantar o no vacías completamente cada seno, por ejemplo, la leche puede acumularse y quedar obstruida en los conductos.
Grieta o ampolla en el pezón. Una grieta en la piel del pezón facilita que las bacterias entren en los conductos mamarios, lo que puede provocar una infección bacteriana en el pecho.
Presión sobre los senos. Llevar un sostén muy ajustado o aplicar presión sobre el pecho, por ejemplo con la correa de una bolsa que pese mucho, puede limitar el flujo de leche.
Sistema inmunológico debilitado. El estrés, la fatiga o una alimentación deficiente pueden debilitar tu sistema inmunológico y aumentar la propensión a sufrir una mastitis.
Episodios previos de mastitis.
Fumar.
Tratamiento de la mastitis
Si tienes mastitis, es probable que tu proveedor de salud te recete medicamentos para eliminar la infección y reducir el malestar. También existen métodos que puedes usar en casa para aliviar el dolor y la inflamación. Revisa nuestros consejos para informarte sobre posibles tratamientos de la mastitis.
Medicamentos para la mastitis
Por lo general, tu proveedor de atención médica te recetará antibióticos para la mastitis que son seguros para tu bebé. Deberías comenzar a notar mejoría en uno o dos días, pero es importante completar todo el tratamiento con antibióticos, aunque los síntomas de mastitis desaparezcan.
Amamantar no perjudicará a tu bebé, ya que la leche no se ve afectada. De hecho, puede ayudar a eliminar la infección. Tu proveedor de atención médica puede recomendarte un analgésico para calmar el malestar. Si tienes episodios recurrentes de mastitis o la infección no parece desaparecer, vuelve a hablar con tu proveedor.
Autocuidado en caso de mastitis
Además del tratamiento para la mastitis que te recomiende tu médico, puedes probar estos métodos de autocuidado y remedios caseros para aliviar los síntomas:
Consulta con una asesora de lactancia.
Bebe mucha agua y descansa lo suficiente.
Si estás amamantando, asegúrate de vaciar completamente cada pecho en cada toma. Si amamantar duele mucho, prueba a extraerte la leche manualmente o con un extractor de leche.
No reduzcas la duración de las tomas, ya que la producción de leche podría disminuir y la recuperación sería más larga.
Procura amamantar a tu bebé siempre a las mismas horas en la medida de lo posible. Si algo interrumpe este horario (como tu regreso al trabajo, por ejemplo), trata de extraerte leche a la misma hora a la que normalmente darías el pecho a tu bebé.
Aplica una compresa fría en el pecho afectado para reducir la hinchazón.
Prueba el drenaje linfático suave: consiste en movimientos delicados que ayudan a extraer el líquido de los conductos. Evita hacer una presión fuerte sobre los senos.
No uses sujetadores y opta por camisetas holgadas.
Prueba con distintas posiciones para amamantar y encuentra la que mejor se adapte a ti y a tu bebé.
¿Puedo amamantar a mi bebé con mastitis?
Si estás amamantando y tienes mastitis, seguramente tengas la duda de si puedes seguir dando el pecho. La mastitis no afecta a la leche, por lo que el bebé no corre ningún riesgo. Puede ser incómodo al principio, pero seguir amamantando acelerará tu recuperación y evitará que la mastitis empeore. Además, fortalecerá el sistema inmunológico de tu bebé gracias a las propiedades antibacterianas de la leche materna.
Si encuentras que amamantar en el pecho infectado es muy doloroso, una opción es dejar que la leche fluya del pecho afectado sobre un paño o toalla absorbente mientras tu bebé mama del otro pecho. Después de aliviar algo de la presión, podrías ser capaz de terminar la lactancia en el pecho afectado sin tanto malestar. Otra opción es extraer la leche con un sacaleches y luego guardarla o dársela a tu bebé.
El malestar que causa la mastitis puede desanimarte, pero con el tratamiento adecuado se solucionará rápidamente y podrás seguir disfrutando de los grandes beneficios de la lactancia materna.
¿Cuánto Dura la Mastitis?
Si se trata adecuadamente con los antibióticos recetados, compresas frías y suficiente descanso, los síntomas de la mastitis suelen mejorar en 24-72 horas. La recuperación total de la mastitis inflamatoria puede llevar de 10 a 14 días.
Cómo prevenir la mastitis
A continuación encontrarás algunos consejos para prevenir la mastitis:
Usa diferentes posiciones para amamantar a tu bebé, así conseguirás vaciar completamente cada pecho.
Asegúrate de que el agarre al pecho es correcto.
Alarga la toma tanto tiempo como necesite el bebé.
No dejes pasar mucho tiempo entre cada toma. Por ejemplo, si normalmente le das el pecho a tu bebé cada dos horas, trata de mantener ese horario.
Cuando decidas que ha llegado el momento de destetar a tu bebé, seguramente querrás saber cómo ir reduciendo la producción de leche sin desarrollar mastitis. La clave es destetar gradualmente. Consulta a tu asesora de lactancia o proveedor de atención médica para que te oriente.
Cuándo contactar a tu proveedor de de atención médica
Es crucial tratar la mastitis a tiempo. Habla con tu proveedor de atención médica o tu asesora de lactancia si los primeros signos de mastitis no mejoran tras probar remedios caseros durante unos días o si los síntomas empeoran 24 horas después de empezar a tomar antibióticos.
Un aumento de la fiebre, la presencia de pus o sangre en la leche y líneas rojas desde tu pezón hasta la axila son señales de que la infección por mastitis ha empeorado. Si no se trata, los síntomas de mastitis pueden agravarse y puede formarse un absceso.
Resumen
Amamantar o extraer leche con mastitis puede ser difícil y frustrante. Ten paciencia y no te exijas demasiado en este momento. Siguiendo las indicaciones de tu proveedor de atención médica y los cuidados recomendados en casa, pronto podrás disfrutar de nuevo de esos momentos tan especiales con tu bebé.
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¿Cómo hemos escrito este artículo? La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se ha extraído de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, incluimos una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional para un diagnóstico y tratamiento completos.
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