Visita pediátrica: 18 meses
Esta es una visita muy importante. Tu niño recibirá varias vacunas, se evaluará su crecimiento y se resolverán inquietudes que generalmente tienen los padres sobre su disciplina y patrones de sueño. Es importante que acudas a esta visita y no solo le hagas colocar sus vacunas. Desde la perspectiva del médico, se espera que esta visita sea la más desafiante de todas. No te sorprendas si tu niño no colabora para nada. Es esperable que llore o esté inquieto.
Es probable que tu bebé necesite vacunas de refuerzo de las que le aplicaron anteriormente, además de otras nuevas. Verifica el calendario de vacunación y asegúrate con tu médico de que estén todas las vacunas al día.
Viste a tu niño con un conjunto de dos piezas que puedas quitarle fácilmente. Planea tenerlo alzado sobre tu regazo durante gran parte de la revisión. Lleva contigo uno o dos de sus juguetes preferidos. Los refrigerios también lo ayudarán a sortear esta visita.
En esta visita, es probable que tu médico:
Pese y mida a tu hijo. Haz clic aquí para consultar nuestra tabla de crecimiento. Te brinde información sobre el desarrollo y crecimiento emocional de tu niño.
Controle su desarrollo para asegurarse de que todo esté bien.
Hable sobre cuestiones relacionadas con la disciplina.
El médico querrá saber lo siguiente:
¿Tu bebé ha visitado a otro médico desde la última visita? Si es así, ¿por qué? ¿Qué sucedió en esa visita? ¿Te recetaron alguna medicina o algún tratamiento?
¿Cómo son las habilidades de tu hijo para caminar, correr y saltar? ¿Puede caminar hacia atrás?
¿Cómo son sus habilidades de lenguaje? ¿Qué palabras dice? ¿Une palabras? ¿Cuántas palabras tiene en su vocabulario?
¿Entiende instrucciones de un solo paso como "Busca tus zapatos" o "Tráeme un pañal"? ¿Puede escuchar y seguir una historia sencilla? ¿Mira las imágenes de los libros?
¿Responde a solicitudes sencillas o a juegos simples como "¡No está! ¡Acá está!"?
¿Cómo juega? El tipo de juego que le atrae dice mucho sobre sus capacidades cognitivas. ¿Te imita en las tareas del hogar? ¿Puede apilar bloques?
¿Puede usar utensilios como una cuchara o un tenedor o usar un juguete para agarrar otro?
¿Ha empezado a decir "no" y tiene berrinches? Estos son buenos indicios de crecimiento emocional y cognitivo.
¿Puede arrastrar un juguete por el suelo?
¿Puede usar una cuchara y beber de una taza?
¿Puede señalar las partes del cuerpo que se le indican?
Háblalo con tu médico A la mayoría de los padres les preocupan tres cosas a esta edad: la dieta, la disciplina y llevar al niño a su cama. Todos estos problemas confusos y molestos se relacionan con el desarrollo del sentido de la independencia de tu niño. Otras inquietudes pueden ser cómo manejar los "no" y los berrinches y cómo lograr que coma.
Dieta. Infórmale a tu médico qué come tu hijo. Si tu niño aún toma mamadera, habla sobre cómo hacer para que la deje. Si piensas que tu bebé es melindroso para comer y que no recibe los nutrientes suficientes, consulta con el médico. Si le das comida a tu niño, es posible que su dieta esté bien. El aumento de peso le indicará al médico si está comiendo lo suficiente. En los primeros años de la infancia, el apetito y los niveles de crecimiento disminuyen. Debería utilizar una cuchara y al menos una taza de aprendizaje. Pregúntale sobre vitaminas y fluoruro.
Disciplina. Si te cuesta mucho controlar a tu bebé, infórmaselo al médico. Discute los pasos que has aplicado para disciplinarlo y cuáles funcionan y cuáles no.
Patrones de sueño. Los problemas para dormir son comunes a esta edad. Intenta llevar un diario con los patrones de sueño de tu hijo durante al menos tres días y llévalo a la visita. El médico podrá sugerirte algunas soluciones. Ayudar a los niños a calmarse implica desarrollar buenos patrones. Nada de mamaderas en la cama, por favor.
¡Habla ahora! Infórmale lo siguiente a tu médico:
Si tu niño aún tiene estrabismo, aunque sea de vez en cuando.
Si tu niño se acerca mucho a las cosas para verlas mejor, especialmente si hay historial de problemas de visión tempranos en la familia.
Si tu niño parece especialmente sensible a la luz o los sonidos.
Si tu niño aún no camina, camina en puntas de pie, renguea o se balancea de un lado al otro al caminar.
Si tu hijo usa solo una mano al jugar, manipular cosas o alcanzar objetos. Si tu niño ya es zurdo o diestro, utilizará una mano con más frecuencia que la otra al comer y señalar cosas. Sin embargo, debería usar ambas manos por igual al jugar.
No puede jugar con dos objetos a la vez.
Si no toma una cuchara cuando se la ofreces.
Si no come solito.
Si ha perdido habilidades que antes tenía.
Si no dice palabras reales.
Si no muestra señales de afecto.
Si ya no tienes seguro de salud para tu hijo. Hay muchos programas disponibles que proveen dicha cobertura.
Criar niños puede traer muchas satisfacciones pero, como muchos padres saben, también puede suponer un desafío importante. Si te sientes estresada, háblalo con el médico de tu niño.
Esto es muy importante si tú:
Te sientes fuera de control.
Golpeas a tu hijo cuando te sientes fuera de control.
Le dejas marcas o magullones a tu hijo cuando le pegas.
Estás sufriendo muchos cambios en tu familia o guardería infantil. Estos problemas pueden afectar a los niños pequeños.
Regístrate en Pampers Club y consigue: