Ayuda sobre el entrenamiento de control de esfínteres: dejar el pañal paso a paso
El entrenamiento de control de esfínteres es uno de los logros más importantes de cada niño. Sin embargo, antes de que tu niño pueda ser un experto, debe estar listo física y emocionalmente. Todos los niños son diferentes y están preparados a distintas edades. El tiempo que les tome no tiene nada que ver con el desarrollo de la inteligencia, la personalidad o la motivación.
El entrenamiento de control de esfínteres abarca combinar una serie de habilidades individuales y ponerlas en orden. Por ejemplo, poder interpretar las señales que emite el cuerpo, desvestirse, tener control de la vejiga y los intestinos y lavarse las manos. Es necesario que tu hijo haya desarrollado al menos algunas de estas habilidades antes de que comiences con el entrenamiento de control de esfínteres, o te sentirás frustrada.
Estos son los tres pasos que pueden ayudar a tu hijo a lograr el éxito.
1. Preparación
Consigue un orinal. Muchos niños se sienten más seguros al comenzar con uno que se apoye en el suelo en lugar de que se apoye en el inodoro. Es menos atemorizante, y les da la seguridad y el equilibrio que necesitan al poder apoyar sus pies en el piso.
Coloca el orinal en un lugar que sea conveniente y que tu niño pase la mayor parte del tiempo. No necesariamente tiene que ser en el baño; puedes mantenerlo en un rincón en la sala de juegos. Lograr un fácil acceso es importante al comienzo.
Permite que tu hijo explore y se familiarice con el orinal. Permítele sentir que es especial y que es para él.
2. Aprendizaje
Haz que tu niño practique sentarse en el orinal, vestido, una o dos veces al día. Permite que se levante cuando él quiera. Tu objetivo es que se sienta cómodo con el nuevo objeto.
Felicita a tu hijo por cada avance que demuestra, incluso cada paso que da por más pequeño que sea y aunque no lo haya completado. Mantén el optimismo. Recuerda que este es su logro y no el tuyo.
Una vez que se siente cómodo al sentarse en el orinal vestido, puedes permitir que practique sin ropa. Esto lo ayudará a familiarizarse con el concepto de desvestirse antes de ir al baño. También le permitirá sentir el asiento en su piel.
Luego de unos días, cuando el niño haya hecho sus necesidades en el pañal, tira eso en el orinal de modo que pueda ver dónde debe ir. Explícale que ahí es donde tiene que estar la orina y la materia fecal. (Los niños de esta edad también comienzan a comprender que determinados objetos tienen determinados lugares.)
Observa los indicios de las necesidades de tu hijo de orinar o de defecar. Algunos niños te lo dirán con palabras. Otros gruñirán, harán gestos y se pondrán en una posición particular. Cuando esto suceda, pregúntale si desea defecar.
Permite que tu hijo te vea sentarte en el inodoro. Permite que se siente al mismo tiempo en su orinal si es que está en el baño. Para los niños, es más fácil aprender a orinar si lo hacen sentados. Si aprenden a hacerlo parados, puede ser que no quieran sentarse para defecar; será algo muy confuso.
Haz que practique lavarse las manos con agua y jabón cada vez que se levanta del orinal, incluso si no ha orinado ni defecado.
Mantén a tu hijo vestido con prendas que él pueda quitarse con facilidad sin tener que desabrochar nada, como un pantalón que pueda bajarse sin problemas o un vestido o una falda. Esto aumentará las posibilidades de lograr el éxito. De forma alternativa, comienza que recorra la casa durante unos días sin pantalones. Recuérdale cada hora que intente usar el orinal. Esto lo ayudará a interpretar las señales que le envía su cuerpo.
Comparte lo que estás haciendo con otros cuidadores y personas que forman parte de la vida del niño, como las niñeras o los abuelos. De esta forma, tu hijo percibirá expectativas y apoyo consistente lo que facilitará la transición.
Nunca dejes que tu hijo quede con los pañales sucios, ya sea con orina o materia fecal, en un intento de "entrenarlo". Eso solo empeorará la situación.
3. Refuerzo
Felicita a tu hijo en cada etapa de aprendizaje. Es buena idea felicitarlo cuando te dice que debe utilizar el orinal, incluso si recién le hiciste la pregunta.
Espera que cometa errores, especialmente al principio. No te enojes; eso solo prolongará el proceso. Si se resiste a hacer algo nuevo, probablemente sea porque no está preparado todavía. Simplemente, espera e inténtalo nuevamente en un par de días o, incluso, semanas.
Una vez que tu niño ha tenido éxito durante unos días, comienza con la transición hacia el uso de ropa interior. Algunos niños se sienten más seguros con pañales o pantalones de entrenamiento; otros no pueden esperar a usar la ropa interior de "niño grande" o "niña grande". Permite que la reacción de tu hijo te oriente sobre qué tan rápido debes hacer el cambio.
Recuerda que algunos niños pequeños tienen medido del ruido o las acciones del inodoro. Si le da miedo, no lo obligues a que deje correr el agua; hazlo cuando salga del baño. El miedo generalmente se va con el correr de los meses.
Sé consistente con la preparación, el aprendizaje y el refuerzo. Te sorprenderá la rapidez con la que se desprenderá de los pañales.
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